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Como ya es tradición, CCI se vuelve a sumar a Colosos de la Tierra, de la mano de A todo pulmón, en una edición muy especial, esta vez con con nuevas categorías como «El árbol de mi escuela» y «el árbol más grande de las áreas silvestres protegidas».

El  16 de agosto dio inicio la primera expedición del concurso en su edición 2024, que contó con la participación del Ing. Gualberto Mariño, representando a CCI. La caravana tuvo la misión de recorrer 1.258 kilómetros por  los departamentos de Alto Paraná, Caaguazú, Guairá, Cordillera y Central, en tres días de mucha aventura con la premisa de seleccionar a los finalistas del concurso «Colosos de la Tierra» Edición 2024.

La expedición inició en la Reserva Natural Limoy de Itaipú Binacional, donde se midió al imponente Guajayvi. La siguiente parada fue en la Reserva Natural Pikyry, también de Itaipú Binacional, donde conocieron un majestuoso Guajayvi.

El segundo día se dieron cita en Ciudad del Este para conocer un gran árbol de Tajy; posteriormente a Juan León Mallorquín en Alto Paraná donde esperaba un robusto Guapo’y. El día concluyó en el departamento del Guairá, midiendo un enorme Timbó.

El último día de la expedición llevó al grupo a Coronel Oviedo, en el departamento de Caaguazú, con la postulación de otro impresionante Tajy. Luego, en Ypakarai, midieron un hermoso Samu’u . Finalmente, en Emboscada, departamento de Cordillera, finalizó esta travesía con la medición de un magnífico Timbó.

Cada viaje de Colosos es único e invita a cada uno a sentir profundamente la naturaleza y aprender de ella. “De esta primera expedición de Colosos de la Tierra recorriendo los árboles más grandes de nuestro país, me llevo una conexión con la naturaleza. Aprendí a apreciar la majestuosidad que estos gigantes naturales transmiten. Cada árbol es la representación de la resistencia y vida que se extiende a los largos de los siglos”, comentó el Ing. Gualberto Mariño.

Ésta es una experiencia conmovedora que nos ayuda a percibir con todos los sentidos la importancia de la conservación de la naturaleza y la rica biodiversidad que representan estos verdaderos colosos, así lo expresó el Ingeniero Mariño: “Este recorrido me enseñó cómo el cuidado de la naturaleza impacta directamente en quienes dedican su vida a preservarla; los guardabosques y familias de estos árboles demuestran un gran amor y admiración por su cuidado, protegiendo algo mucho más grande que ellos mismos y que pasarán a futuras generaciones”.